Ingredientes:
- 10 Hojas de acelga, sanas sin roturas
- Bechamel de carne, 2 cucharadas por hoja.
- 50 gr. de foie
- Huevo para rebozar
- Pan rallado para rebozar
- Una pizca de sal para el huevo.
- Sal para hervir
Tener preparada la bechamel, para que el montaje no sea muy largo y no se oxiden las acelgas demasiado
Calentar el agua con un poco de sal para hervir las pencas que comeremos aparte.
1. Escaldar las hojas de acelgas en el agua en que hervimos las pencas unos segundos que no se quede demasiado blanda.
El escaldado es solo para que se puedan enrollar más fácilmente y no se rompan.
2. Sacarlas y escurrirlas bien, secarlas un poco con papel de cocina.
3. Poner sobre una plataforma para montar. Dar unos golpes de cuchillo sobre la parte blanca de la acelga, pero sin llegar a cortar, es para que enrosque bien.
5. Poner encima de la masa un pegote de foie
6. Enrolla la acelga sobre la bechamel, doblando hacia dentro los bordes laterales, de forma que haremos un rollo.
8. En un cuenco, batir el huevo con una pizca de sal y colarlo para que no le quede clara gruesa.
Se reboza mejor y no le quedan colgantes de huevo.
9. Rebozar en el huevo y después en pan rallado
10. Freír las popietas rebozadas como si fueran croquetas grandes.
Acompañar de ensalada.
Las acelgas, hay veces que los manojos son muy grandes. Para familias pequeñas esta es una buena solución, dividirlas en dos menús diferentes. Pencas, que son la parte blanca de la acelga, y popietas que seria la hoja con relleno.
Una manera de comer croquetas de forma diferente.
La bechamel la puedes hacer con harina sin gluten y el rebozado con pan rallado sin gluten.
Puedes hacerlo relleno de jamón de York y queso, también quedan muy ricas. Es como un San Jacobo con verdura.
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