Queridísima Tanana

Se rumorea en Oriente que este año has sido muy buena y que te mereces un regalo muy especial, así que Melchor puso su cerebro en marcha y se le ocurrió la idea de regalarte un blog.

El único de nosotros que sabe algo de ordenadores es Baltasar pero, como ya sabrás, no está pasando por un buen momento de salud, ha perdido las cejas y se pasa el día tirado en el trono de unos u otros así que decidimos Melchor y yo ponernos al día para ayudar dentro de nuestras posibilidades.

Yo eché a andar hasta una explotación de petróleo a unos kilómetros de aquí, debes saber que ya no uso el camello y voy caminando a todas partes para bajar las reales posaderas, y le pedí amablemente a unos ingenieros que allí trabajaban que nos enseñasen, so pena de recibir ese año carbón. Así, una vez adquiridos los conocimientos nos pusimos manos a la obra.

Sabemos que eres una fantástica cocinera, y que no sólo tienes mil ideas sino que además eres toda una experta de la técnica y la logística. Nos gustan esas tarjetas tuyas con menús, dibujos y combinaciones imposibles de ingredientes que tienes desperdigadas por tu cocina verde manzana. Así que aquí tienes este blog. Esperamos que te guste y que te sirva para compartir tu sabiduría con la gente que más te importa.

Quizás tardes un poco en aprender a usarlo con soltura pero estamos seguros de que pronto le pillaras el tranquillo. Melchor, Baltasar y yo esperamos ansiosos tu primera entrada y estamos aprovisionándonos de cachivaches para preparar todas las recetas. Melchor se ha comprado un rallador oriental y está deseando usarlo.

Artabán te manda recuerdos desde la Bretaña.

Siempre tuyos, Melchor, Gaspar y Baltasar